
Amanece, llega el día...,
se despereza ese astro
que con sus rayos de vida,
va iluminando el teatro.
Ya se despiertan las flores
con sus colores brillando,
e invadiendo con olores
ese, tan bello escenario.
Un jilguero enamorado,
trina posado en un cardo,
y su pico ya ha cortado...,
una varita de nardo.
En la cercana ciudad
se oye del campanario,
que a Gloria tocan campanas
por que un amor, se ha sellado.
Emilio Medina M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario