jueves, 31 de enero de 2008

BUENOS AIRES, LLUVIA Y TU NOMBRE

.Noche oculta en solas paredes
noche de luna redondeada que no entiende
las sombras de mi alma.


Noche de amarte en la distancia
como las estrellas se aman
o los árboles de un bosque,
o yo a mis sueños (contigo).
Y una palabra ovalada
me dice que te pierdo
más allá de las nubes y del tiempo.


Llueve
y en la ventana tu nombre aparece entre gotas amaestradas
y las luces estallan trayendo tu sonrisa
esa que amo
esa que amo con todo lo que tengo,
con toda mi verdad enredada en las manos
haciendo manojitos de palabras
con el alma apretada de saber
que sólo tú
-y nadie más-
entrarás en mi alma.

Buenos Aires se llena de lluvia tan lluvia
como llanto poco llano.
Y yo aquí
sin poder mostrarte mis ojos
sin que puedas verme el alma
sin que ardas con el fuego de mis venas
embriagado -borracho- de esperanza.

Versión libre de Alejandra Dening

jueves, 17 de enero de 2008

ESCENAS DE CIUDAD



Ciudad Escenario: Mendoza, Argentina



Mendoza es una de esas ciudades a las que uno quiere volver.

Situada muy cerca del Aconcagua, huele a montaña y a vino.

Sus calles son limpias y agradables, invitan a caminarlas.

Algunas tienen cafecitos encantadores donde tomarse algo es una delicia.

Sus habitantes son increíblemente sencillos y te saludan con una sonrisa.

Te dan la bienvenida, te hablan de vino y de las tierras hermosas que rodean la ciudad sin ánimos de presumir o impresionarte.

Rápidamente te hacen olvidar la grosera bienvenida que te dan en la frontera andina entre Chile y Argentina.

Te perdonan incluso que no sepás mucho de vinos o de tango.

Sus mujeres tienen piel bronceada y curiosamente las llaman “morochas”, siendo como son, de tez blanca y facciones caucásicas.

Sus hombres no van caminando apuradamente para llegar a algún lado sino que flotan con pasos calmados y hasta se detienen para tomarte una foto o darte información de algún lugar.

No tiene el bullicio de las capitales y su tránsito es ordenado.

Sus parques son apacibles y sus árboles te refrescan en verano.

La ciudad entera se despliega ante tus ojos como mujer enamorada.

Te querés pellizcar para averiguar si en realidad estás en una ciudad tan apacible y acogedora.

Te olvidás por completo del tiempo cuando te sentás en un café que tiene decoración parisina, atmósfera italiana y aroma de té hindú.

Te rascás la cabeza preguntándote cuál será la real diferencia entre un croissant y una medialuna.

Te dejás llevar por una suave brisa que sólo te suelta cuando vos te das cuenta que no estás en la proa de un crucero y que levantar los brazos te haría ver como un clon desmejorado de Leonardo Di Caprio.

Querés perderte entre el barullo italianizado de la gente y encontrarte en la majestuosidad de los Andes.

Pasan un par de días luego de tu partida, y todavía no te sobreponés al tener que poner los pies en la tierra, más aún cuando tus alas están impregnadas de ese discreto encanto mendocino.



© 2008, Malcolm Peñaranda.

miércoles, 16 de enero de 2008

Puentecito

mientras camina
talle de limeña
hablas de besos en
ese puentecito escondido
con dulce simiente.

Tarde de amor
- de las seis -
en que la brisa
corre en ese puentecito
- sin prisa -
secretos de limeña
suspiros no sólo percibe
se los come uno a uno
el sol en mirada de asombro
se despide alegre
cómplice de besos.

Tarde ya
llega la luna.

Julia del Prado (a Oscar)

martes, 15 de enero de 2008

Los campos de La Mancha

Entre el mes de abril y mayo,
se desprenden las espigas
de ese zurrón de su tallo,
y dejan que el viento sea
el amoroso lacayo,
que las mueva y que las dore,
mientras el Sol, va alumbrando.

Unas espigas con otras
los cuerpos se van rozado,
y en pasiones de quereres
su grano se va engordando.

Al terminarse ese mes
con sus flores adornado,
las espigas, van preñadas
de harina de pan dorado.

Doblados por sus cinturas
los hombres, hoz en la mano,
entre risas y sudores
"haces" forman, con sus manos.

En el molino de viento
esta un señor esperando,
a que el viento gire el aspa
para moler, todo el grano.

EmilioMedina M.

jueves, 10 de enero de 2008

En el Tren de la Ciudad

estampas
Un día no muy lejano, un amigo africano me confió el siguiente
relato: En un tren de la ciudad, en cuyas carrozas viajan cientos de
historias, una dama, indiferente y vieja, iba sentada a su lado .
Un silencio de muertos invadía el vagón. Se había viajado sus quince
minutos cuando apareció el controlador de los pasajes. La dama,
aprovechándose de la ocasión, levantó su mano lo más alto posible
para mostrar su pasaje y dijo: "Los extranjeros generalmente viajan
a la negra y ellos jamás han pagado sus pasajes".
Su vecino se sintió herido triste y también humillado. Le molestaba
que no se hiciera una tregua contra los emigrados del mundo.Sentarse
frente a una racista es como acomodarse en un brasero encendido de
fuego.
La dama seguía manifestando su odio contra los extranjeros.
Cuando él, agil como un rayo, le arrebató de las manos el pasaje se
lo hechó a la boca lo masticó y se lo tragó.
Al llegar el controlador la dama le narró la historia
increíble.
Mientras que mi amigo africano, feliz y satisfecho, mostraba su
pasaje y decía: "tu eres blanca y viajas a la negra, yo soy negro y
viajo a la blanca."


Manuel Ramos Martínez

Amanecer del jueves, en Ciudad Real. Semana Santa.



SILENCIO



¡Atención..., que dan las tres!

En San Pedro ya han sonado,

al tiempo que un cornetín

toque de Silencio ha dado,

y, en abriéndose esa puerta

con un redoble apagado,

aparece el Nazareno,

el Cristo Crucificado.


Con un temblor destemplado

van saliendo los Hermanos;

...con hachones encendidos,

...vestidos de negro paño,

... contra la noche, el sonido

del arrastrar de cadenas,

encima del empedrado.


Multitud es el testigo

para acreditar el acto;

todos en la noche callan,

porque están todos rezando.


Muchas cruces se acarrean,

para poder ir pagando,

las promesas que se hicieron

a lo largo de este año.


Otros caminan muy lentos,

porque caminan descalzos;

llevan rotos los tobillos

del peso de las cadenas,

y los hombros muy morados.


Detrás de los penitentes,

viene ese Cristo clavado

en una tosca madera,

y sobre hombros portado.


Cuatro velones ardiendo

van alumbrando este cuadro

y el monocorde tambor,

el paso le va marcando.


Se completa el Vía Crucis,

allá por las seis y cuarto;

ya no se sienten el cuerpo

del peso que han transportado.


Llega a San Pedro ese Cristo

con los velones gastados,

y ha de esperar otro año

en su cruz crucificado,

para unir a su dolor

el de todos los Hermanos.


Emilio Medina Muñoz

CHILE UNA DIVERSIDAD MAS EN AMERICA MORENA

"Este es un mensaje que encontré en un rincón de mi casa y en la
caverna de los pechos de unas mariposas que andan de noche en
noche prendiendo la esperanza a las estrellas cansadas y al vino
amargo y mudo de los días.
Y que expresa el anhelo de millones de células.
Libertad para crecer, espacio para jugar a la vida, y si bien lo
encontré aquí en Austria tiene":

El aceitoso brillo de las aceitunas del valle de Azapa, que iluminan
en la ciudad de eterna primavera.

Los silenciosos geoglifos que nos hablan de la grandiosa historia
del pasado sin que nosotros podamos siquiera adivinarla.

El compás ardoroso de las danzas de la Tirana.

Los sueños dormidos en la "Escuela Santa María de Iquique", San
Gregorio y la Coruña..
La tempestuosidad del océano que esculpe el perfil acantilado de la
costa.

La humedad de la camanchaca que preña la yareta.

El vagar eterno y solitario de la llama, la alpaca, la vicuña y la
chinchilla que paso a paso se pierden en el espejismo de la pampa.

La caricia de los tamarugos del desierto.

El espíritu que entiende
el lenguaje del silencio
la lucha de las piedras
contra el viento
la luz de un sol infinito.

El dormir lánguido y melodioso de la perla Antofagasta donde todavía
el mar y el viento esculturizan la Portada.

El oasis de Calama que es pintado tenuemente por la pluma de agua
del río Loa.

La espesa lluvia de tierra roja, tierra preñada de riquezas del
mineral de Chuquicamata. lee Aura

El cielo diáfano
que abre sus ojos de luces
y alza su brazo alunado
invitando a los pueblos fantasmas
y al hombre Aymará
a mirarse en su esfera plateada.

¡Oh! Lo dulce y relajante del pajarete que arde en las gargantas, el
charqui y el queso de San Felix, San Ambrosio y Vallenar.

El aroma sempiterno de la señorial Serena de las iglesias.

Los versos de Gabriela penando como luciérnagas fosforescente en el
valle de miel y reinas
Vicuña y Monte Grande. Vicuña tan humilde o como Alcalá de Henares,
donde nació Cervantes, Vicuña una gota de leche o de miel en vaso de
greda. Y la hija, es la profunda voluntad poética de este trozo del
norte:

Danzamos en tierra chilena
más bella que Lia y Raquel
la tierra que amasa a los hombres
de labios de pecho sin hiel"

De labios y pechos sin hiel los esqueletos de los piratas del puerto
de Coquimbo
tendido en una penísula de cerros poblados y con calles que suben y
bajan desde las cumbres al mar

La subida empinada de la cuesta que conduce a la fiesta de la
virgen del Rosario en Andacollo danzas multicolores al compás de
los tamboriles y flautas del Santuario .Casas de barro, junto a
iglesias monumentales. Lo único que queda de esa época cuando el oro
corría por las calles

Adios virgen del Rosario,
adios hermoso lucero
volveremos a tu templo
en el año venidero.

El valle verde Ovalle que sube desde la agricultura al oro y del oro
a las nieves

El valle del encanto donde el arado hace saltar los cántaros
diaguitas para beber el agua de la esperanza en San Felipe, los
Andes, en Cariño Botado.

La tímida fragancia de la chirimolla, la palta, el limon y la
naranja de Limache, Quillota. La Palma, la Cruz, Boco y Pueblo Indio.

San Isidro labrador
queremos lluvia por favor

La carne de piedra de la Cordillera de los Andes

"Madre yacente y madre que anda
que de niños nos enloquece
y hace morir cuando nos falta"

El graznar de las gaviotas y las sirenas de las barcas despertando a
Valparaiso o al trozo colgado del cielo, a su lluvia de ascensores
verticales y al marinero enamorado de la mar a un nuevo amanecer.
La tierna primavera de la elegante Viña del Mar.

(

El centro bullente y gris citadino de Santiago.
El smog folklórico en las faldas del cerro Tristeza:
La fina arquitectura de las casas que coronan al Manquehue para
agradar al rico propietario.
El monumento a la miseria en cerro Navia y Renca.
La brutal erosión del Cerro Blanco.

"Cerro Santa Lucia
tan culpable de noche
tan inocente de día"

El picacho del Horcón de Piedra en Melipilla que besa las nubes y
que te ofrece desde allí una visión del mar allá en San Antonio.

El desgranar de uvas por senderos y callejas hasta desembocar en los
paladares como rica chicha de Curacaví, chichón, vino tinto o vino
blanco.

Los rodeos de Rancagua donde los huasos se pasean con ponchos
Doñihue, sombreros de Peumo y hacen tintinear las espuelas bailando
cueca.

Las creadoras talabarterías y las ricas tortas de Curicó.

La piedra arenisca
la piedra Cancagua
la piedra hecha fuentes
la piedra hecha trueno
la piedra hecha amor
la piedra hecha Talca.

Los cestos de raíz de álamos de Linares.

Y esto no tiene historia, sino tierra.
Donde las viñas encresparon sus cabelleras verdes
La uva se alimenta de la luz
el vino nace de los pies del pueblo
Parral se llama el sitio
del que nació en invierno.

El despertar aroma a violetas y parras en Chillán la tierra de la
mujer sacudida y arrebatada, necesitada del papiro, de la arcilla,
la pluma y la guitarra para estampar los huracanes que la agitarón,
la tierra de la gran Violeta Parra.
Donde Nicanor, lo encontró todo en su lugar

La golondrina
en la torre más alta de la iglesia
el caracol en el jardín y el musgo
en las húmedas manos de las piedras
no se puede dudar, este es el reino
del cielo azul y de las hojas secas
en donde todo y cada cosa tiene
su singular y plácida leyenda"

La risa catarata del salto del Laja, donde desean bañar al santo de
Yumbel

Donde caen contigo los tiempos
cae la martir indiada
y cae también mi vida

La corona de humedad del Bio Bio.

Padre de los ríos
testigo de los siglos
en el corazón de Concepción
y en los pensamientos.

El grito callejero del que fuera el Ojo de Buey

¡Cooompro hueeeso,
viiidrio blaaanco
fieeerro vieeejo!

El fragor de caracolas
la carta del marinero apasionado
que navega hacia el futuro
en la mar de estrellas que se caen
en Talcahuano, penísula de Tumbes, isla Quiriquina.

La mirada negra de los ojos del carbón de Lota y Coronel, la
profundamirada negra del minero.

La delicia fresca de las manzanas de Mulchén
El delicado primor de los copihues del Ñielol
El saludo de la piel del canelo
la Araucaria y el Pehuén
El sonido indio del trompé
la trutruca, la pifilca y el Cultrún
Temuco, Chonchol, Cañete y Traiguén
¡Mapuche tu hogar!

La lluvia vertical, oblicua y horizontal que quiebra el cuerpo de la
luna y lo reparte,como
espejos rotos, cientos de lagos de la región para que se miren los
cisnes de cuello negro, Valdivia, Osorno, tú, yo, Nueva Imperial.

Melipülle, los cuatro cerros o PuertoMontt, para mirar desde ellos,
la más grande variedad
de mariscos, Angelmó.

La iglesia chilota que repudia los clavos que a cristo le clavaron,

Continentes e islas, Seno de Reloncaví
Y aquí se acaba el continente y nace la mitología. Porque aquí Cai-
Cai Vilú y Tren Tren Vilú
en una lucha enconada y dura despedazaron en miles de islas el
continente.
Crucigramas de islas mar afuera.

Archipielago de las Guaitecas, Golfo de Ancud, golfo del
Corcovado, lugares que tuvieron encerrado en su historia de Chonos,
A lacalufes , Onas, Yaganes, Tehuelches, la historia del pasado mas
antigua del hombre americano que muchos no quisieron o no supieron
leer

Vagabundo de los canales, nómadas de los mares
¿Dónde dejaste tu canoa abandonada con las claves
de nuestro pasado?

Trozos de espejos mudos ventisqueros
lluvias incansables, Tierra del fuego
tierra del mar,
El faro solitario donde, se curan
los ojos heridos del herriero
de la helada estepa del sur

La extensión azul del aullido
en la silbante, en la desenfrenada
noche final de la tierra".

Manuel Ramos Martínez

martes, 8 de enero de 2008

BUENOS AIRES, LLUVIA Y TU NOMBRE

.Noche oculta en solas paredes
noche de luna redondeada que no entiende
las sombras de mi alma.


Noche de amarte en la distancia
como las estrellas se aman
o los árboles de un bosque,
o yo a mis sueños (contigo).
Y una palabra ovalada
me dice que te pierdo
más allá de las nubes y del tiempo.


Llueve
y en la ventana tu nombre aparece entre gotas amaestradas
y las luces estallan trayendo tu sonrisa
esa que amo
esa que amo con todo lo que tengo,
con toda mi verdad enredada en las manos
haciendo manojitos de palabras
con el alma apretada de saber
que sólo tú
-y nadie más-
entrarás en mi alma.

Buenos Aires se llena de lluvia tan lluvia
como llanto poco llano.
Y yo aquí
sin poder mostrarte mis ojos
sin que puedas verme el alma
sin que ardas con el fuego de mis venas
embriagado -borracho- de esperanza.

Versión libre de Alejandra Dening

viernes, 4 de enero de 2008

Vagón de Barranco o Armonía de Fiesta

Geranios de Lima

armonía de fiesta

huella y camino

en vagón de Barranco.

Noche del 23 de dic. del 2007

Julia del Prado (Perú)

jueves, 3 de enero de 2008

Buenos Aires

Buenos Aires empedrado,
cielo de estrellas fogosas
es mi canto tu alborada
de cafishos y mistongas.

Es la esquina orillera
del farol en pura estampa,
del funyi del troesma,
obelisco y añoranza.

Es el son que candombea
la milonga, el tango ufano,
de pañuelo, dengue
y percanta en la nostalgia.

Buenos Aires huele melancolía,
cinta blanca en la vereda
donde la ilusión se anida
y mi voz te llama.

Elisabet Cincotta
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