domingo, 28 de diciembre de 2008

MIENTRAS CORRIENTES

Mientras Corrientes me apaña
con La Paz entre sorderas,
el niño que pide una dádiva
murmura el hambre
con el ruido que la delgadez le marca.

La miro, bordeo cada fértil ángulo
donde una noche, tal vez más,
el cartonero duerma
su frío destierro de chapas.

Y sigo tras la vidriera de transeúnte
cuando la obra clama aplausos
y las lágrimas sacuden el amor
que un atardecer perdí en la esquina de Medrano.

Mientras tanto Corrientes poblada
de un gris horizonte,


donde todo y nada pasa,
intenta arrullar
el sueño linyera en un tango.


Elisabet Cincotta
del Poemario "Descubierta" Ed.
Muestrario/2008

viernes, 26 de diciembre de 2008

A alguna, seguro que le viene bien.

Se va acercando la hora
del rezar de los creyentes;
yo ya prepare la fuente
de pulpo en gallego guiso
porque mi dios ya lo quiso
y lo compre previamente.
Como cocido venia
en cortes finos dispuse
y por debajo le puse
una patatas cocidas.
Un sabor de sal y aceite;
con pimentón del que pica,
este pulpo se salpica
cuando este puesto en la fuente.
Ya veras como lo miran
la familia que reúnas
y se comen oportunas
no dejando ni las migas.

Emilio Medina M.

domingo, 21 de diciembre de 2008

EL BAILE

Quiero bailar esta noche amigo mío,
danzar en tus brazos sensualmente,
cerrar mis ojos y humedecer mi espíritu,
transportarme al mundo
donde no existe tiempo ni secretos
sólo sentir mi cuerpo en el tuyo
en un solo movimiento.

Quiero bailar esta noche amigo mío
la angustiante danza de la despedida
que en la mueca del adiós que se avecina
el sortilegio del amor no pase a ser rutina.

Quiero bailar esta noche amigo mío,
y cerrar mis ojos al reloj que te reclama,
aventurar mis pies en cada paso
y unir mis curvaturas a las tuyas.

Quiero bailar esta noche amigo mío,
esta, la danza más efímera
y llorar así entre tus brazos
y morir así en esta vida.

Elisabet Cincotta
derechos registrados

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Si quieres cantar fandangos


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· Si quieres cantar fandangos,
suavízate la garganta
si quieres cantar fandangos;
tienes la voz muy tomada
por el vino y el tabaco.
Si quieres cantar fandangos.

· Quíteme el fandango,
no me de cochino,
pero sobre todo
no me quite el vino;
no me quite el vino
que es la medicina,
para declararme
a "toas" las vecinas;
a "toas" las vecinas
me declararé,
deme vino madre
que no fumaré.




Emilio Medina.20/01/ 2004

domingo, 7 de diciembre de 2008

FELICES PASCUAS


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· Ha llegado Navidad
y antes fue la Nochebuena,
ha empezado a caminar
una señora mayor
llamada La Marimorena.

· Pobre mujer, ¡que trajín!,
pues acabando los años
entre turrones y pavos,
la tienen la noche andando
en un camino sin fin.

· Pues de los peces ,¡no hablemos!.
No creo que sea placer
que los hartemos de agua,
con el frío de este mes.

· Los socorridos pastores
están siempre muy ocupados,
o en Belén con el Muchacho,
o esperando en esos prados
a que su bendita Madre,
les deje dicho un recado.

· En el Belén que yo tengo
hay un señor agachado,
debe de tener colitis
pues hace ya mucho tiempo,
que no lo veo levantado.

· En el establo hay un burro
con un brillo que provoca,
a su lado otro animal....,
¿no será una vaca...,loca? .

· Que lejos se queda todo
lo que nos han explicado;
palestinos y judíos
tienen un Belén montado.



Emilio Medina. 04/12/2001

martes, 2 de diciembre de 2008

El Perchel


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· Espadaña en la Merced,
torre elevada en El Prado;
San Pedro tiene una torre
albergando un campanario.

· Santiago es una iglesia,
-que ya se ha restaurado-,
y una placita coqueta
con un convento adoptado.

· Las Hermanas de la Cruz
allí rezan a diario,
haciendo sus caridades
en favor de los hermanos.

· Siguiendo por Calatrava
en dirección al Aulario,
la Caridad se persona
cuidando a muchos ancianos.

· Cerca vigila "La Pasma"
a los malos ciudadanos,
y en la Ronda de Toledo...,
La Ciudad de los Ancianos.

· En su frente y a su espalda,
edificios han brotado;
en ellos se da cultura
a todos nuestros muchachos.

· Siguiendo por esta Ronda,
-el Cuartel ya lo han quitado-,
sigue abierta nuestra Puerta,
si es que quieres visitarnos.

· A la derecha y al frente,
tenemos el Campo Santo;
lleno de Cruces y flores
a nuestros seres amados.

· Este pequeño relato
es tan solo un comentario,
del paseo que me di,
por "El Perchel" este año.



Emilio Medina M. 26/11/2003

domingo, 30 de noviembre de 2008

América



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Miro desde el sur
a las entrañas de una América
que gime en los surcos
y entrega su todo.

Una América que es alimento
petróleo y minerales.
conglomerado de razas
trabajando por ideales.

Una América que da
en entrega total
su riqueza y su amistad
a todos por igual.

Oscar Néstor Galante

viernes, 28 de noviembre de 2008

MI RAZA



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Barro rojo con el que fui cocida,
tiene las huellas de los pueblos idos,
muchas razas en mis genes unidos,
ella, carne mestiza perseguida.




Cuerpo, vaso… fermento de bebida,
quietos mis sueños, quereres dormidos,
ojos comieron verde muy nutridos,
bebieron dicha, engordaron la vida.




Gestan sentires paisajes andinos,
paramillos y cantos de ocarinas,
En valles me solazo con el viento.




Lavado oro en corrientes cristalinas,
dormito en arreboles granadinos,
un grito de sangre de mi alma siento.




Ana Lucía Montoya Rendón

martes, 25 de noviembre de 2008

A ella, allá en Granada:

Caminaré contigo las estrechas calles de la historia vieja
imaginando voces en extrañas lenguas,
tan cercanas y tan lejos de la nuestra.

Me quejaré contigo de las empinadas cuestas
y tú de de mi suelta fantasía que imaginará
escenas, atrás de cada una de las puertas

Preguntaré el origen de cada una de las piedras
y una gitana querrá leer la palma de mi mano
tratando de adivinar lo que tú conoces de antemano:
Un cielo andaluz con un fondo mexicano.

Y nos llegará la tarde en ese mirador...
La tarde tranquila, bella y, sobre todo, nuestra

Alberto Guzmán Lavenant

lunes, 10 de noviembre de 2008

Poemas desde la Isla

Hay días donde me encuentro lleno de mar, nostalgias y mucha paz
Para esos días que me llevan hacia lo más intimo del duelo interno,
tengo algunos atardeceres, noches y viajes en mi memoria los cuales
me hacen topar con la luz crepuscular.

He visitado una isla nostálgica y despierta

que mira el paso del tiempo.

Entre tragos,

y ballenas imaginarias que se acercan a las orillas

y revisten de luces sus lomos.

Descansan hasta el amanecer,

quien las devuelve a su sueño.

Esa isla entiende del juego y el azar.

Pulveriza

las noches abiertas,

pobladas de estrellas,

y en ellas sus deseos.

Los toca con una voz, con el anhelo.

Estos levitan con sus dardos de juegos.

Mientras la ciudad descalza habita en el día,

con ese andar desnudo,

y Margariteño,

el cual mora en las huellas desdibujadas

sobre las arenas blanquecinas.

Y deja un desierto imprevisto, el olvido.

Tiene un elevado misterio que

no culmina con la mirada crepuscular del atardecer.

Prosigue como un mástil

a su arribo del puerto.

O como cuando va hacia al horizonte

y se fuga hacia lo inexistente.

Como el beso que se dan los dados

como aguijones azules sobre el fieltro.

Una entrega en la cual se sabe,

cuando se entra.

Pero no,

cuando se regresa visitado

por un sueño,

por la noche,

por un pez de profundas aguas y ojos avísales.

Esa ciudad se fragua,

entre un hablar tañido de consonantes

entre el mar,

y el juego de sus astros,

que desvisten con sus signos,

el alma ebria de la isla.

El mar distante

El mar distante
trae olas recubiertas de luces naranjas
huele a frutos, a atardeceres.

Se calma la sed,
de tanto ver el horizonte agolpándose en los ojos despiertos.
Lejano,
busca el sueño del verano como un mástil hincado en el mar.
Las olas, recorren con carretes en su lomo
tras su memoria;
unos de brisa fría,
y otros que llevan un cálido abrazo
con el fuego aderezado en el oleaje.

Es Enero en Margarita ,
y no para el cielo de cegarse
de nublar.

Acaece una lluvia helada con su relato cinético,
que quita el deseo de
yacer bajo el sol.
Al rato se aviva con su luz azul, es Enero en la Isla.
Entra la tarde y aún se respira lluvia
Hay algunos silencios,
esperando
a los secretos nocturnos.
Ya,
es de noche,
y la búsqueda se copa
de luces incansables, desaparecen las nubes.
Se agita el alma entre los barcos que están a la espera,
el mar rompe incesante,
huele a frutos, y ronda la música.
Sobre los pies descubiertos en la arena húmeda
se avivan los ojos buscando el ritmo,
la noche muestra su rostro de magia.
Las perlas cantan luces blancas
en los cuellos que danzan junto al oleaje,
en Playa el Agua al son del Caribe.
La noche lleva dentro de sí, en su abismo secreto y luminoso
un semblante ebrio;
alberga un amor encendido.

Frente al balcón

Estaba tirado frente al balcón
que daba con vista al mar
Cargaba una inquietud en el cuello,
el sol me daba sobre mi cuerpo al amanecer.
Producía un cálido regocijo sobre mí.
Un cazar de torcazas
se posaba sobre el alero
en un ritual,
se acompañaban con versos,
parecían palabras hiladas
por el amor y la pasión de un mar.
Un paso al frente,
y un beso agudo,
gimiendo como dos cuerpos atados
por el alba.
Cómo una ola que hebra el mar
y le cose su vestido húmedo de ternura
y deja tras sí su bramar.
El torso gris violáceo,
platinado por la luz,
quieto, sobre el plumaje convertían a las torcazas
en un espejo nácar,
y en los ojos
la noche anidaba
como un recuerdo
de muchas campanas en el oleaje de las estrellas.
Sus cuerpos parecían
toreros bajo el mismo ruedo.
Buscándose
una frente a la otra.
Tenían una ternura inmisericorde que desbarata
al amanecer ciego.
Ni un instante de soledad, sin pasión,
ni un momento de desamparo
Se cortejaba el tiempo que intentaba desembarazarse.
Las horas iban cayendo
y el sol prosigue para escribirme sobre mi cuerpo,
y así darme con un cálido abrazo su goce,
el día que está por iniciarse pulcro en la Isla.

Sobre los techos

Sobre los techos al amanecer
aparece una ciudad fantasmal.
Levantada entre el alba, mordida
dialoga con su monólogo gris.
Se avizoran mástiles al fondo
que cabecean en la bahía azulada.
Parecen ecos,
repitiendo sueños y maras
que intentan atrapar a los mejores ojos
arrobándoles señuelos.
Las remembranzas de la noche se elevan
junto al vapor que asciende
sobre las azoteas.
Mientras se desviste el ansia al amanecer,
como si al quitarse la ropa
se viera también, en el mar
algún rumbo andando
sobre la Isla.
A la espera que alguien lo siga
y toque con él lo hondo,
el fondo de un sueño; un cofre alto,
un astro que ilumine el corazón.

Me visitan esos fantasmas imaginarios
que salían desde los ventanales,
y reconstruían
la ciudad sobre los techos mojados de lunas.
Como elipsis dibujadas
por los pescadores
al alba, en su fuga hacia la mar.

Parece que no saciaran sus almas
y aún contuviesen
el baile tomado del amanecer.
Y por ello
el día demora en levantarse,
en mostrar su claridad.
Mientras,
gozosos los habitantes
de los últimos templos
espejan su anhelo,
entre besos y el ron. Se descorren
con sus lenguas los cuerpos encendidos y
cansados. Víctimas de
saberse que el fin de la noche ha llegado.
Y es hora de proseguir,
hacia las nubes
junto a las nostalgias imaginarias.
Con el baile a cuestas y
unas ganas de continuar
murmurando oleajes.
En un beso lleno de mar.

Luis Gilberto Caraballo 2008

sábado, 8 de noviembre de 2008

WILDE A SUS 120 AÑOS





















Anegada entre nostalgias

evoco mis tiempos libres,

donde el juego y la comparsa

disfrutábamos los pibes.



Las fogatas de San Juan

el teatro y cines benditos

tantos goces y deportes

tantos acentos prolíficos.



Anclados con el estudio

recorríamos pasillos

de las escuelas wildenses

forjando sutiles mitos

de convivencia y cariño.



Hoy en día esta ciudad

de ciento veinte resuena

entre cultura y comercios,

el Jardín de Avellaneda.



SUSANA RODRIGUES TUEGOLS

Copyright ©

s/t

El mismo brillo en los zapatos de alguno

el mismo olor a betún,

la misma opacidad en los ojos de los lustrabotas

-pero distintos ellos, sí-

uno viejo, pálido y flaco en la plaza de San Telmo

y dos niños mansos acaso inocentes, en Oaxaca.

Y la imagen que pintaste de ese sol quebradizo

zigzaguea entre dos ciudades, sin decidirse a elegir

por las ramas del flamboyán o las del palo borracho,

multiplicando las sombras donde encontrarnos.


Patricia Ortiz

--
"no comparo / simplemente doy mi fruto / y espero / la semilla más humilde / puede brotar el fuego o la hermosura." Roberto Santoro.

miércoles, 29 de octubre de 2008

Tunapuicito ll:








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A-temporal
a-histórico
¿podría decir
a-rítmico?

Condenado a repetirse
sin cambios
siempre estático
en cada uno
de sus habitantes
de los cuales algunos
han huido

cierto

pero siempre
su inmanencia
los alcanza
llama
atrae

Como en este instante
una vez
más
sucede
en mí

Jose Villaroel

martes, 28 de octubre de 2008

Mi calle


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Mi calle, mi calle de la tierra suelta,
manto de mis pies descalzos
y de las tardes muertas.

Muertas como las casas que nacieron muertas,
con unos habitantes que no necesitaron puertas
para de ver de cerca el hambre
y una cavidad en la esperanza, esperanza tan desierta.

Esa fue la calle de mi niñez y adolescencia
sin música ni aplausos y menos fiestas
porque solo fue una calle más con tierra suelta
en este mundo tan revuelto y tan lleno de violencia

Alberto Guzmán Lavenant

lunes, 27 de octubre de 2008

IMPRESIONES DE OTOÑO


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El frío del Otoño
penetra por mis venas
ya cunde por mi sangre
y solo , vuelve en ellas.

Ya tapo con la almohada
mis manos de azucena
mi cuerpo se desliza
cual púrpura serena

El corazón me late
y en mi pecho se aprieta
contra el suave mullido
del lecho que lo encierra

El sueño me apodera
mi mente yace incierta
la luna tiembla afuera
cual nácar encendido
del triste Otoño vencido.

SUSANA RODRIGUES TUEGOLS
Copyright ©

Tunapuicito l


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Tunapuicito en un rincón del estado Sucre ¿cómo es? ya les digo:

Soy pueblo de verdes tonales
y de Rojas nominales
enterrado en la monotonía
de un instante que no cesa
donde vivir duele
a fuerza de ser necesario

Pueblo elemental
naturaleza apacible
carácter violento
"Punta Brava"

Hueco que no valle
se hunde en su pasado
siempre presente

¡Qué me obliga pueblo
a volver siempre a ti?

soy pueblo
Yo
un rincón
apenas
ambos
un mismo sitio

Jose Villaroel

domingo, 26 de octubre de 2008

América.


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Miro desde el sur
a las entrañas de una América
que gime en los surcos
y entrega su todo.

Una América que es alimento
petróleo y minerales.
conglomerado de razas
trabajando por ideales.

Una América que da
en entrega total
su riqueza y su amistad
a todos por igual.

Oscar Néstor Galante

domingo, 19 de octubre de 2008

ES CHILECITO


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cerros que encierran

sólo porque no me extravíe

no busque

........... senderos ni atajos



un cielo que se ofrece

........................ pues no escasea

ceñida a tus verdes

................... el rojo indio

............................... sangra



..........................................Beatriz Martinelli



--
Que nadie te robe los sueños

http://beaenelinsom nio.blogspot. com/

sábado, 18 de octubre de 2008

Viva la Primavera



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Viva la Primavera
no tan lisonjera
que de setiembre
hizo su voz
con sonidos más agudos
de pajaritos agoreros.

Julia del Prado (Perú)

miércoles, 15 de octubre de 2008

El calor del otoño



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Por donde un día quedó una huella
pasa el otoño,
lleno de sombras distantes
y hojas secas,
busca calor en hogueras
donde asan castañas.Las esquinas de mi barrio
esconden fuegos.
Los caminos esperan
la desnudez de los árboles.


Erika Martínez Rodríguez

martes, 7 de octubre de 2008

LA CALLE, CORRIENTES

La calle, avenida luminosa, carteles, rótulos de jolgorio. Ella caminaba por su sonrisa. Miraba vidrieras, ofertas de fin de temporada. Por dentro lloraba. La humedad de Buenos Aires disimulaba su sombra meciéndola entre pegajosas veredas. Un lugar... un café no le caería mal. Entró pidió un capuchino, le gustaba, su paladar jugó con el sabor reconfortándola, el frío que la humedad le producía disminuyó. Corrientes se cansó de esperarla, se sentó en el cordón de la acera, estiró sus brazos, observó a los transeúntes, la calle nunca se había detenido en tanto andar apurado de gente gris, por eso quizás ella se había vuelto gris.

Salió se detuvo en una librería, usados-nuevos, los libros giraron alrededor de su figura, sus ojos se posaron en ellos, un hombre de traje negro se paró a su lado, preguntó por un libro. Esa voz... esa voz ausente retornó por los caminos del tiempo. Siluetas surgieron ante sí, borrosas primero, más claras después. Miró de reojo, un hombre cano, tez morena, rostro enjuto... esos ojos verdes que se escondían tras los lentes... Se reconocieron. Treinta años, un abrazo emocionado los encontró, salieron del local. Lágrimas corrían por las mejillas de ambos. Corrientes los acompañó y pese al clima bailaba a alrededor de ellos. Las imágenes plagadas de rutinas recobraron lozanía, los ojos opacos recuperaron destellos. Se sentaron en un café...otro capuchino, frases nuevas, recuperaron palabras antiguas. Gestos sin diseño trasgredieron la frontera del pasado... Corrientes espiaba desde afuera, cada vez se volvía más brillante, paseaba de verde, se tiñó de rosa, el celeste navegó por las esquinas.



Ellos, ajenos, contemplaban sus manos ajadas. Intercambiaron lugares, salieron de la escuela secundaria, corrieron por la plaza de los enamorados, se alejaron.

Caminos paralelos, líneas caprichosas, curvas sinuosas, una cortada... y allí ellos renaciendo.

Corrientes se durmió extasiada arrullando sueños de historias que por su calle caminaban.



Elisabet Cincotta

ARGENTINA

En medio del Edén nació Argentina,
Crucero del sur, cuero, mate ,¡ tango.!
El charco grande! Río de la Plata…
Sierras de esmeralda, aromas a poleo- menta,
centro corazón mediterráneo.
Cuchillas verdes..mágicas cascadas
selva…tierra colorada.
Imponente Iguazú….a tu sonido
tiemblan múltiples espacios de arco iris.
Cordillera desnuda, encrespados con nubes
los picos nevados vigilan…
El cóndor… revuela las alturas diáfanas,
y el lunático esplendor… del valle sanjuanino.
Rojean caminos los viñedos… vinos dulces, ámbar y rubí
Jardines pintorescos , corazón de la Patria ,
típicos montes impenetrables.
Hielos móviles …, espectáculo vivo,
moles puras… celestes y blancas.
Malvinas!….espejo de los mártires,
quimera eterna de la inmensidad sureña.
Ríos…, arroyos, mar…, espumas frías.
Acantilados, fauna, plataforma marina.
Imponente ciudad porteña… Buenos Aires.
Panorama en vuelo de un sentir, de una vida..
y un enfoque personalmente… artístico.



SUSANA RODRIGUES TUEGOLS

jueves, 2 de octubre de 2008

El Patio de mi Casa. El Corral.

ElPpatio de mi Casa. El Corral.
Al lado izquierdo de la entrada a la cueva, había un pasillo, de unos diez metros de largo y un metro de ancho. Estaba sombreado por una parra de la variedad "teta de vaca"; esa de las uvas gordas y casi moradas.

Era este pasillo el elemento de unión de una vivienda interior- la de el Sr. Galo-, y a un gran espacio abierto al sol y al agua que era el corral de la casa. Una puerta de madera con su gatera obligada, evitaba que las gallinas se escapasen al patio o la calle, como alguna vez ocurrió y yo no fui el culpable…creo.

El corral, tenia a su alrededor una serie de pequeñas habitaciones, mas bien cuadras; al fondo a la izquierda, estaban el retrete y el basurero, piezas comunes para todos los vecinos. En esa época, no existía la recogida de basuras diarias ni tampoco el alcantarillado que llego cuando el general, dejo sus batallas.

En el lado derecho, había un pozo con agua, que se usaba de fresquera,

para hacer mas apetecibles las frutas propias del verano.

Todos los componentes tenían en sus cuadritas sus propios animales, que sacaban adelante con los restos- pocos- de comida. Las mondas de las patatas mezcladas con salvado o molluelo, eran junto con el Sol y el mucho ejercicio que hacían con nuestras carreras, su mejor alimento.

Normalmente el campo de nuestras batallas, era el patio.

El gran manzano que presidía su centro, daba sombra en la canícula a mis abuelos y tías que oyendo el Ama Rosa, con alguna lagrima escapada, repasaban calcetines o ponían piezas a una imposible sabana.

Después de la siesta, quedaba ocupado el patio por las tropas atacantes llenándolo de parapetos de sillas y de cajas de cartón que mi tío el sastre- que dios guarde-,nos llevaba para estos menesteres.



Un día, ante un aprieto estomacal de todas mis hueste, provocado por tomar unos caramelos raros que a cambio de trapos viejos y recortes de la sastrería, el trapero nos dio, hicimos una larga fila ante el servicio común.

El servicio, consistía en una tabla con agujero proporcionado al tamaño del sálvese la parte, con su tapa. Un gancho en la pared, recogía trozos del ABC, que leías días después y por diferente lugar. Lo expulsado, caía al basurero. Las gallinas de antes eran muy apañaditas y no le hacían ascos a nada.. A cambio, te daban unos huevos…eso, de los de antes.

Como el servicio era unipersonal y la urgencia grande, la tropa, eso si disciplinadamente, se repartió en el basurero para aliviar sus doloridas tripitas.

¿Sabéis lo que ocurre, cuando alguien expone sus partes pudendas

a la curiosidad de las gallinas?. Ya lo sabéis.

Nuevos llantos; los culitos al rojo vivo, indicaban que habíamos perdido una nueva batalla..

Nuevamente el general, tuvo que dar la cara y además, le fue requisada la mercancía, que tanto trabajo costó conseguir.



Pasados unos días, le toco al general ir al pozo a sacar su sandia, tirando de la cuerda que sujetaba su cubo.



Una batalla ganada. La venganza en frió, es mas placentera.

Nunca se supo por que se desataron las cuerdas de los cubos restantes, cayendo al pozo.

Ese día los vecinos hicieron penitencia sin postre, a favor de los negritos de África que era la letanía de aquellos momentos.

Una voz potente, muy potente…la de mi padre:



¡¡Emilioooooo, ven aquí!!!

Emilio Medina M.

El Patio de mi Casa. Mari Carmen.

La hermana anterior en edad al general, se llamaba Mari Carmen.
Era una niña muy morena, de pelo negrísimo, lo mismo que sus hermosos ojos.
Su cuerpo, era mas bien gordito, su carácter muy dulce y quería al general con delirio.

Los estudios no eran su fuerte. Empezó el Instituto, y viendo lo negada que era para ellos, se quedo en casa ayudando a su madre en las faenas caseras.

Los padres del general, pensando en darla un futuro, y al mismo tiempo para ayudar a la ahogada economía domestica, en cómodos plazos…-se pagaban sentados-, se compro una maquina de hacer punto de lana o de hilo.

Era un maquinon ¡ enorme!; las placas de agujas, median un metro de largo, lo que daba una prenda tubular de un metro de ancho.
Se trabajaba de pie, accionando una palanca que movia el carro de tejer, a lo largo de las placas de agujas. En la parte inferior de las placas, estaba el peine que con sus contrapesos evitaban que la labor hecha se rompiera.

Las madejas que vendían en las tiendas y que las clientas normalmente llevaban, se ponían en una devanadera y con otra maquina – la bobinadora-, se pasaba primero el hilo por parafina y después de liaba en las bobinas que la maquina tenia para su uso.

¡ Cuantas vueltas de manivela daría el general ¡. También se atrevió a hacer finas tiras de tejido, que se utilizaba en la parte de ojales y botones de las prendas confeccionadas.
Solo mamá, preparaba la maquina para hacer los calados y montaba las mangas de las rebecas y jerséis, algo que ya sabéis, es fundamental en el asiento de una prenda. (¡ Que os habíais creído…!, ¿qué era mentira ?).

¡ Aquello, era un milagro ¡…se descubrió el comer con gaseosa, el sifón y hasta el postre.

Hubo que ampliar la plantilla. Entraron dos chicas jóvenes, como aprendidas y pronto fueron de gran ayuda en la cada vez mas abundante costura.
Varios comercios, vendían las prendas realizadas, pagando lo acordado por ello.

¡ Mirad chicas, que hijo mas guapo tengo!.
¡ Ya esta bien, madre!, decía el avergonzado general, saliendo en loca carrera al patio.

Durante un tiempo, todo iba muy bien. La maquina se pago y Mari Carmen, hacia ya sus propios pinitos.

Un mal día…., un vomito de sangre, anuncio que la alegría en la casa del pobre, dura poco.
Don Enrique, aquel medico que en Semana Santa recibía la fuente de rosquillos y magdalenas que mamá hacia, se encargo de tan delicado asunto.
Al general le daba mucho miedo asomarse a la habitación de Mari Carmen. Había un gran tubo negro, del cual salía una goma y se situaba el la boca de su hermana.
Cada día , la ropa de la cama que estaba a la altura de su pecho, se movia con mayor dificultad.
Un día, no volvió a moverse….tenia trece añitos.

Mamá se volvió loca; Papá, trataba de consolarla con sus besos y abrazos.
El general, sollozaba en el descanso de la escalera….; mientras su ejercito, muy serio, no comprendía nada de lo ocurrido.

Aun recuerda el general, lo negro de aquel tubo y la angustia de aquellos días: los llantos de los padres, la ausencia de su Mari Carmen y la presencia de la maquina de hacer punto, que nunca mas llego a funcionar.

El general, entro en una nueva etapa de su vida. Se volvió mas introvertido, mas huraño, mas asustadizo…algo que no era propio de su anterior carácter, ni de su edad.

Al finalizar el año 1952, una muy alegre noticia, cambio el el mal rumbo que llevaba el patio de su casa:…¡ se casa la Reme!.

Emilio Medina M.

lunes, 22 de septiembre de 2008

ME SENTÍ UN DELFÍN




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Me sentí como si fuese un delfín,
libre nadaba y saltaba en el mar.
Jugueteaba entre las olas coquetas.
Haciendo piruetas era un campeón.
Pretendía embelesar a una hembra,
deseosa de aparear con este galán.
Fue sangrienta nuestra danza nupcial.
La muerte llegó de la mano del hombre:
animal racional que habita en la tierra.
Arponearon los cuerpos: nos desangramos,
el mar azul quedó manchado de rojo
y en pocos segundos llegó nuestro fin.
¿Hasta cuándo el ser humano,
será el depredador más perverso?

©SKORPIONAInés de la Puente Spiers

viernes, 5 de septiembre de 2008

Seguidilla Manchega.


"Aunque soy de La Mancha,
no mancho a "naide",…
mas de cuatro quisieran,…
tener mi sangre,…! " (popular).


Somos gente sencilla, (del autor)
y las disfrutamos,…
seguidilla corrida,…
del pueblo llano.

En tan bella alegría,
dijo mi padre,…
lo mejor es tu tierra,…
después tu madre.

La manchega en quereres,
es arrogante,…
solo da sus placeres,…
casada antes.

Ese niño que llora,
lo hace sin hambre,…
se ha comido un cordero,…
y un pan delante.

Báilame seguidilla,
morena hermosa,…
que el volar de tu falda,…
promete cosas.

A tu huerto llegamos,
muchos amigos,…
y en saltando la tapia,…
comemos higos.

Emilio Medina M.

viernes, 15 de agosto de 2008

Homo Traductorens


Serie: ESCENAS DE CIUDAD
Ciudad Escenario: Medellín, Colombia


En una estrecha oficina de profesor de universidad pública
se refugia un hombre que imaginás un poco Ícaro, un poco unicornio.
Es una especie rara, en vía de extinción más no de rendición.
Conocerlo es quererlo y quererlo es tenerlo en ese pedestal infranqueable
en el que sólo ubicamos aquellos seres humanos que nos deslumbran.
Me enseñó que traducir es hacerle el amor a las palabras
y que el que juega con el verbo ensalza el cuerpo.
Jamás se le oye hablar mal de nadie y de aquellos que tienen muchos
defectos y miserias, simplemente asegura que son seres en evolución.
Cuando me lo presentaron se me describió como poeta de emociones ajenas
y luego me explicó que el que traduce interpreta lo que la novia tímida no dice ya sea por pudor, por pobreza lexicográfica o por ser emocionalmente analfabeta.
De las viejas paredes de ladrillo de su oficina cuelgan frases célebres y pedazos de poemas en varios idiomas y estilos.
Te recita de memoria los poemas de Rimbaud y te hace estremecer con su voz cansada que suena a llamado de arcángel en perfecto francés.
Jamás ha salido del país pero te habla cinco idiomas con mejor acento y entonación que vos, que yo y que muchos hablantes nativos.
Su gran talento lingüístico lo hace parecer un diccionario de sinónimos con corazón.
Se ha dado el lujo de traducir desde panfletos incendiarios hasta novelas de temáticas diversas, pasando por aburridos ensayos filosóficos.
Si la universidad tuviese cuerpo sería el suyo porque su mente alberga tantos saberes como placeres y jamás se cansa de leer o de aprender.
Con él podés hablar de economía, de arte, de medicina y de los tres tabúes latinoamericanos: sexo, política y religión.
Es un firme convencido de que si las mujeres tienen un sexto sentido, los hombres tenemos un sexo sentido.
Cada domingo lo podés ver en Campos de Paz, hablándole a la tumba de su difunta esposa, recitándole a Neruda o explicándole a Goethe.
Tiene un hijo calavera, como tantos traductores, quien pese a rondar ya la trentena no se ha graduado de ninguna carrera y parece estudiante eterno.
Cuando abrieron el programa de traducción y le asignaron su cátedra de traductología pensábamos que le daría un infarto de tanta emoción contenida.
Era como si a un niño pobre le hubiesen comprado el juguete más caro.
Durante semanas enteras ensayó y preparó sus clases y a todos sus colegas nos preguntó: “creés que con esto los cautivaré o tendré que comprarme una guitarra?”.
Sus clases son una experiencia única, irrepetible y sus alumnos lo admiran y lo respetan como al abuelo sabio que quizás nunca tuvieron.
Es estricto y exigente, pero jamás hiriente.
A los aprendices de traductor como yo nos da lecciones de estilo, de redacción, de lógica gramatical, de manejo de clientes torpes y sobretodo, de vida.
Alguna vez me dijo que había matado ya al dragón y ahora me asustaba con el tigre.
En tono severo que se me antojó a la vez dulce me sermoneó: “mirá vos, escribiste novelas, cuentos y crónicas y ahora te dejás embestir por un simple texto?”
Dice que si la reencarnación existe y vuelve a nacer, escogerá ser traductor, porque Dios lo escogió a él para que le imprimiera a las palabras un toque celestial.
Podés catalogarlo de divino sin temor a blasfemar, porque su sapiencia, su sonrisa benévola y su inagotable deseo de ayudar a los demás son la prueba de que Dios existe.
Su amor por los animales te enternece y te vuelve cómplice de sus caprichos.
Tiene una mascota ajena que a la vez es pública porque no es de nadie.
Es una perra chandosa que desayuna de sus sobras y se echa a sus pies a hacer la siesta.
La mayor parte del año vive sucia y desaliñada, pero en diciembre él mismo la baña y la acicala para ponerle un vistoso moño rojo que simboliza la navidad y el amor.
Cuando le preguntás por qué no la adopta totalmente y se la lleva a vivir con él,
te responde que la quiere tanto que si la tuviera en casa perdería su objetividad y ya no podría regañarla por perseguir gatos y palomas.
Añade que en su casa sólo tiene espacio para el recuerdo de su gorda linda y para uno que otro libro que le refuerza la idea de que los seres humanos sí podemos ser inmortales.
A veces pienso que los traductores tenemos tanto amor para dar que lo volcamos en mascotas, plantas, amantes y hasta en alumnos desagradecidos.
Que se revuelquen los romanos en sus tumbas que hoy me deben estar condenando por este mal uso del latín, pero ante sus embestidas verbales de ultratumba solamente puedo refutarles, si existe un homo sapiens, por qué no un homo traductorens?

© 2008, Malcolm Peñaranda.

lunes, 14 de julio de 2008

MILONGA VERÁS




Milonga verás mi barrio dormido

en mi canto sencillo sus flores crecer,

sus calles desiertas

y los adoquines gastados del ayer.


Milonga verás en tus notas

a la pebeta que fui y que no volverá,

al purrete moquiento que corre

con su barrilete para el cielo alcanzar.


Milonga verás las mandarinas

del viento otoñal

y ese aroma pegajoso y persistente

echado en recuerdos que no serán.


Milonga verás la puerta entreabierta

y los quince años puestos a jugar,

los tacos aguja y los labios rosados

buscando a quien besar.


Milonga verás tu antaño y el mío,

la dulzura maleva desaparecida

y esa rebeldía de la juventud

que ya muerta está.


Verás en mis ojos tu ritmo,

en mi cintura tu melodía

y esa cadencia que sólo refleja

el barrio y sus calles,

el canto matutino del diariero

y el saludo cordial de algún abuelo.


Milonga me verás añorarte.

La pucha milonga dan ganas de llorar.

Elisabet Cincotta
de Desde el sur...

http://misretazosen poemas.blogspot. com/
http://historias- sencillas. blogspot. com/
http://trayectoria- fotos.blogspot. com/
http://ar.geocities .com/retazos2008 /index.htm

sábado, 12 de julio de 2008

Día de playa


40 grados a la sombra marcaba el termómetro del coche, que tiene
la posibilidad de mostrarme la temperatura externa, mientras yo pongo el
aire acondicionado a 17 grados centígrados. Eso era a las 15:40 del viernes
cuando regresábamos por el largo tramo existente entre el mar y el estacionamiento de los vehículos debido al constante proceso de reducción del Mar de la Galilea.

Nunca habíamos hecho día de playa en el Kineret, que no es otro que el Mar
de la Galilea. Me imagino por respeto a que es la reserva de agua potable
mas grande del país o porque no deseaba gustar en el grifo de casa lo que
dejé un par de horas antes en sus aguas. Como sea, hace unos días volviendo
de un día de playa del Mar Muerto decidimos que el próximo día de playa sería
en el Mar de la Galilea. Un agradable viaje hacia el noreste pasando por Ara,
Afula y después de mas o menos 150 kilómetros llegamos a la costa Shizef en
la orilla sureste del Mar de la Galilea o como se dice mas corto, Kineret.

En un país ordenado como este todo cuesta, también entrar con el coche a la
costa y como estamos en el medio oriente todo es discutible. Explícame un
poco sobre las costas pues nunca estuve, le digo al guarda cobrador. Esta es
la mejor playa... me dice y obviamente yo no esperaba que diga lo contrario
aunque sospechaba por la poca gente que veía. Cuanto cuesta le pregunto y
me dice : 100... Estas loco ???, si te quedas hoy y mañana (se puede llevar carpa)
estamos de promoción!!. No respondo, solo estamos hoy, bueno entonces son 70
por día. Yo hago cara de poner en marcha atrás el coche y buscar otra playa, cuando
dice: dame 50. Me parecía un monto mas normal, después que pueda digerir que
que al fin y al cabo lugares públicos tienen concesionarios que hacen su buena plata.

El parasol que está en el baúl del coche está casi sin uso y se salvó de morir pues no
me pesaba dejarlo ahí, pero mil veces durante los 8-9 años estuve por tirarlo por no
usarlo. El último año ya lo usamos varias veces, todo debido a cambios de lascostumbres, eso es todo, si bien el hombre es un animal de costumbre, también el hombre puede cambiar de costumbres. Las nuevas sillas playeras made en China son hermosas, atractivas y muy cómodas, agregando a ello las zapatillas marinas (para entrar con ellas al mar) hechas en China pero traidas del EEUU completan el equipo básico para pasar un día de playa. A pesar de ser verano y época de vacaciones la playa estaba prácticamente vacía, el agua tenia una temperatura agradable que invitaba a estar adentro y frescas corrientes submarinas que subían de tanto en tanto parecían caricias de un ser amado. Obviamente, no pudimos dejar de hacer el amor dadas las condiciones generales del marco.

Viendo las alturas del Golán en esa costa Este del Kineret pensaba, que sentido
tiene firmar la paz con Siria si firmar la paz implica que no pueda visitar las mismísimas alturas del Golán, el monte Hermón y posiblemente no pueda llegar mas a esa costa pues creo ellos exigen recibir hasta el último milímetro. Paz aquí, en esta parte del mundo, es un concepto difícil de entender. Todos la piden y nadie la quiere. Cruzar de un país vecino a otro no es como ir de Argentina a Uruguay o viceversa o de
Alemania a Austria o viceversa. Mas se parece ir del Infierno al Paraíso o viceversa.

Una decena de pensamientos me acompañaban flotando de espaldas en el mar,
aprovechando que estoy rodeado de elementos que se manifiestan en mis
92 kilos y 300 gramos.

Yossi May 12-07-2008

sábado, 14 de junio de 2008

ESTAMPA DEL SÁHARA

El sol y la luna del viejo desierto. En la inmensidad de la Hamada un camello blanco se ha parado. Sequedad, calor y polvo a raudales.Frío algunas noches.El sol quema y la tarde no acaba. Se acerca la noche la quietud es total.Han encendido una hoguera los hombres de Erguibat.El viento se ha levantado y sopla airado y la talha se vence sobre sus ramas.Una jabar traerá la noticia del thel-li.Lujurí a en las jaimas.Música de tambores en manos de las mujeres y el zam de los hombres son azules.Sólo la arena reina en aquel océano.Una nube anda perdida como una gabiota blanca.

Mañana dicen que hay una boda en Hausa de una mujer de Haitusa con un hombre del Magreb. Prepárense los corredores de camellos y suenen las músicas de Sidaty.Diez esclavas negras andan preparando la jaima nupcial. Regalos muchos regalos la plata se obsequia a la novia convertida en ajorcas. Todo el mundo cantarán y hasta los niños tendrán sus dulces y caramelos.

BODA SAHÁRAUI

martes, 27 de mayo de 2008

HUACHO DE MAR


El mar salió de copas y encorvado
tratabilló , golpeó y enardeció en espuma
un Padre.
Cabrío de arrebol se adormeció en la arena
cuando la luna plena
fue a mirarle .

De Macho y Guacho
porque sin padre y madre
no supo de una celda o un equipaje
donde guardar su furia de alacranes.

El mar ,
ébrio de sí, entre estornudos,
salpicando gaviotas y gavilanes
necesitó La Mar que lo sedujo
un día en lo absoluto y sin edades.

De allí vino este guacho en soledades.

Y así
El Guacho de mar cava trinchera
en palafitos rojos y celestes
en cuellos golosales de palmeras,
donde anidar más gente.

Huacho de mar en el Perú dorado
para bordar de nácar sus riberas,
tuvo que ir
por un poeta triste.
para elevar un volantín de fuego.

Y en tal maternidad
del Mar, la Mar
los marineros
no saben dicernir,
sólo vivir.....
sus sueños.

Luis Concha

lunes, 19 de mayo de 2008

Crónica de un viaje a la Argentina (VII)





EL TANGO

Es difícil expresar lo que uno siente cuando se acomoda en un teatro de la Avenida de Corrientes, dispuesto a disfrutar al máximo de un espectáculo de tango.
La zona de butacas probablemente había sido cubierta con una tarima, pues se notaba que estaba a ras del escenario. Y sobre esa superficie se habían dispuesto un sinfín de pequeñas mesas redondas con una pequeña lámpara de noche encendida sobre cada una de ellas.
Con el teatro en penumbra, ese ciento largo de luces parecía una manifestación de luciérnagas. Los palcos se descolgaban por las parees luciendo un sencillo pero dorado artesonado y vestían todavía más el patio de butacas.
Día de semana, miércoles para ser más exactos, pero lleno a rebosar. Y es que el espectáculo lo merecía. La compañía Tango x 2, encabezada por Miguel Ángel Zotto, escenificaba a lo largo de casi hora y media la historia del tango y, con ello, en cierto modo, la de Buenos Aires, o también para no entrar en disputa con los uruguayos, la de Montevideo, a lo largo del siglo XX, que no serían muy distintas.
Desde 1905 hasta la vanguardia actual. Veintiuna personas sobre el escenario y me imagino que muchas otras más entre bastidores para que todo saliera perfecto.
La ambientación visual, con proyectores de imágenes en los que predominaba el obelisco al fondo, pero que se iban adaptando como un guante a las épocas representadas.
El recorrido completo comenzaba en la memoria legendaria de la pareja "El Cívico y la Moreira", pasaje en el que la compañía entera recreaba a través de tango, milongas y zamba, los bailes primitivos, mostrando el estilo como se bailaban los primeros tangos, taconeados y canyengues.
El baile y el teatro se enlazaron a la hora de escenificar el prostíbulo, ambientado en el Buenos Aires de los años veinte "una ciudad que recibía miles de inmigrantes, generalmente hombres solos, que arribaban de todas partes de Europa, así como centenares de jovencitas que llegaban engañadas y serían regenteadas por madamas y cajetillas en los típicos prostíbulos de la ciudad".
La década de los cuarenta vestía el escenario de Avenida de Corrientes de cafés, orquestas, teatros, dancing club que la compañía recreaba convirtiéndola en "la calle que nunca duerme" y en el epicentro del tango.
El café Mazotto, la plaza típica, el atardecer donde se entremezclan el vals cruzado y una milonga al borde del escenario.
El segundo acto incluía el desarrollo del tango danza, el baile entre hombres y un homenaje a Eduardo Areolas.
Picadas con los pies, coreografía de piernas, saltos acrobáticos, vertiginosos descensos por unas escaleras ubicadas en el escenario y que no dieron lugar ni a un solo traspiés. Los pasos más difíciles eran saludados por el público con largas ovaciones espontáneas.
El tango es un poema en el que se emplea el cuerpo como herramienta. Los ojos de los bailarines no se extraviaban sino que se miraban fijamente mientras los pies evolucionaban, encajando unos con otros como si fueran el engranaje perfecto de un mecano diseñado a puro sentimiento.
Rojo y violeta, terciopelo negro, satén blanco vestían de tango los sueños. Finos encajes de una lencería mágica moviéndose al ritmo de una magnífica orquesta compuesta de violines, bandoneones, piano y contrabajo.
Los pies de los espectadores zapateaban al compás de la música adquiriendo autonomía sobre sus propietarios.
Los bailarines se desplegaban por el escenario con la misma armonía que el fuelle de un bandoneón, abriéndose y cerrándose, como un certero mecanismo de relojería, sincronizados con la partitura sin una milésima de segundo de retraso.
Y yo sentí que Buenos Aires se me metía dentro y comenzaba a ocupar por completo cada rincón de mi corazón.

Mayo 2008 © Fernando Luis Pérez Poza
Buenos Aires. Argentina.

lunes, 5 de mayo de 2008

Camargo El Amargo


Serie: ESCENAS DE CIUDAD
Ciudad Escenario: Colón, Panamá


Despertar en cualquier ciudad latinoamericana tiene un toque común.
Es quizás el sabor de una gastronomía tan diversa como exquisita.
Tal vez el color de un cielo que usualmente es azul o policromático.
También puede ser el olor, ese olor a trópico que aún en la gélida Buenos Aires se transforma en un olor a río que parece mar y que se mezcla con el de edificios viejos.
Otra cosa es despertar en el infierno. Y es que Colón literalmente lo es.
No he conocido ciudad más desagradable en el continente americano.
Pensaba que haber estado en India, Bolivia, Nicaragua y Checoslovaquia habían acorazado mi olfato sensible contra olores insoportables.
Lejos estaba de imaginar que existía Colón, un total atentado a los sentidos.
Cuando transitás por el centro de esta ciudad te das cuenta que la suciedad no conoce límites. Existen aguas negras y verdes represadas por doquier.
La ciudad está llena de chinos cochinos y gente que come cualquier fruta y tira las cáscaras a la acera como si no les importara nada ni nadie.
Pero si te golpea el olfato desde el momento mismo que entrás a este puerto caótico, la vista no se queda atrás, pues no hay más que edificios viejos, medio demolidos, sucios y vandalizados donde supuestamente viven familias enteras.
Te encontrás con una zona franca que mueve millones de dólares que al parecer no alcanzan para hacer construcciones dignas que por lo menos no dé asco ver.
La piel te la golpean el calor excesivo y la humedad de una selva húmeda tropical que parece estar a miles de millas de la civilización, cuando sólo la separan 50 millas de la capital del país por una carretera espantosa y tercermundista.
La corrupción es evidente en todo el abandono que hace que la ciudad parezca congelada en los inicios del siglo XX.
Todo lo anterior es el caldo de cultivo para Salvador Camargo, un político mediocre que más bien es politiquero y manipulador como el que más.
Mis anfitriones panameños despertaban cada día con su programa de radio, un supuesto espacio noticioso en el que el sujeto despotricaba de todo Colón, medio Panamá y le sobraba lengua para analizar los demás países latinoamericanos.
Como todos los politiqueros, tiene una solución para cada problema, por difícil que parezca. La palabra imposible no hace parte de su vocabulario.
Propone mil fórmulas para que la ampliación del canal de Panamá sea más rentable.
Sugiere construir un muro entre Colombia y Panamá como el de México o Israel.
Opina que los panameños deben contrarrestar la arrogancia de los costarricenses con misiones culturales que muestren la riqueza cultural de Panamá.
Piensa que Chávez le debería vender gasolina barata a su país y que el Queen Elizabeth II debería traer además de turistas, a la mismísima reina de Inglaterra.
Su discurso trasnochado es como una diarrea verbal en la que uno se pregunta si el tipo respira al hablar, si conectó antes el cerebro o si habrá desayunado alacranes.
Sus palabras denotan amargura por rivalidades políticas, celos profesionales y hasta violencia de género dado que a las mujeres las objetiviza cual galán de pueblo.
De vez en cuando hace referencia a los gringos y en su inglés chumeco cita una cantidad de documentos y leyes del congreso norteamericano que dice conocer.
Reitera que los gringos les devolvieron el canal pero no la soberanía y que el mundo entero los sigue viendo como el estado 51.
Les recuerda a sus oyentes por quién deben votar en las próximas elecciones, saluda a la comadre Evelia, le da consejos matrimoniales a un oyente y le habla del poder sanador de Jesucristo a otro.
Aquellas mañanas recordé un dicho muy popular y muy racista que tenemos en Colombia: “no hay nada más peligroso que un negro con plata”.
Me parece que se equivocaron, sí lo hay: un político con programa de radio.

© 2008, Malcolm Peñaranda.

viernes, 25 de abril de 2008

Buenos Aires.


Calles repletas, asfalto, tantos autos,

rincones de lo tuyo y de lo mío.

Espacios rigurosos ciudadanos

a tu centro, rotundo, me dirijo.




En el ruido de la tarde acumulado

hay cansancio de las horas evadidas.

Edificios que observan absortos

con contornos de deseos reprimidos.




Ya no tengo los amigos que contaban

de la gente, de sus vidas y su ambiente.

Hay un rastro de sangre que me aguarda

en la tierra agobiada de mi espacio.




Ahora entiendo lo que veo

por fin comprendo,

al sentir que el ruido de estas voces

representan las facturas de este tiempo.




Oscar Néstor Galante

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jueves, 24 de abril de 2008

De Huertos Familiares





Insistiendo con la azada
cavando el duro terreno,
he conseguido algo bueno
que mi pericia extrañaba
por ser este, un nuevo celo.

Ya pueden pasar ustedes
que esta abonado el terreno;
los goteros preparados
y el semillero ya hecho.

Disfruten las bellas flores
deste jardin, que es el nuestro;
tenganlo todo muy limpio
que yo, lo mantengo fresco.

Emilio Medina M.


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sábado, 19 de abril de 2008

MEDINACELI

Sacando al trono de paseo.


o ¡Caminar llevando el paso
y de sudores contento,
llevando en trono al Maestro
vais marchando muy despacio!.

o Jóvenes hombros empujan
en dura trabajadera;
corriendo los mil sudores,
doliendo espaldas y piernas.

o Disfruta de este momento
-y vas sufriendo por ello-,
¡pues no ha de ser agradable
cargar el peso en el cuello!.

o No sientas los padeceres
de paradas y arrancadas,
¡piensa solo a quien paseas,
y disfruta las Saetas
que del alma son sacadas!.

o Señor de Medinaceli
humildemente te pido:
¡que a tus costaleros cuides
para que el año que viene,
puedan caminar contigo!.

o Cuando te pesen los años
y ya no puedas cargar;
¡al fin podrás relatar,
que el Hijo de Dios un dia
te acompaño a pasear!.

o ¡Anónimos costaleros
que acarreando a Jesús,
le vais llevando la Cruz
con exquisita templanza,
y así llegar a una plaza
donde le espera Su Madre...,
la Virgen de la Esperanza!.

Emilio Medina. 08/02/2002


__._,_.___

domingo, 13 de abril de 2008

Luna Andaluza




un sabado, verano del 99
llegamos a Sevilla, la capital de Andalucia
bella ciudad, pero alojamiento poco
y si mucho, estaba todo copado
en especial por puebleros de la provincia.

conseguimos una habitacion miniatura,
una cama doble como para uno y medio
y una camita simple
siendo nosotros una familia tipo,
padres y dos hijas, la menor de veinte

a las niñas acostamos
en la cama denominada doble
los padres fuimos a la cama simple
diciendo
dormiremos abrazados como a los veinte

a las dos tres de la mañana,
noche por supuesto
me despierta un
basta ya, no aguanto el ronquido
de mi hija mayor el alarido

considerando que ya dormi suficiente
y nos espera otro largo dia de disfrutar
decidi vestirme,
salir a caminar
y soñar

Sevilla sabado de noche me resulto
una ciudad feliz y alegre
lo mas parecido
a mi Buenos Aires querida
que no duerme nunca

camine unados horas
me sente en el coche
recoste el asiento
y me dormi con la luna llena andaluza
colgada del parabrisas de mi coche

tuve lunas antes, tuve lunas despues
pero la reina de mis lunas
es la luna andaluza
pues las mujeres mas sensuales
las encontre bailando el flamenco

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yossi may 6-12-.2006

jueves, 10 de abril de 2008

Viaje a Burgos y Valladolid. Dí a 18, en la tarde.




"Victorioso vuelve El Cid,
a San Pedro de Cardeña",…
ya sabéis donde regresa
pues se ha enterado que hoy
llega un bus y le interesa,
de quien soy, y a lo que voy.
Como siempre que comemos,
nos entra un sueño de siesta;
dormitando y aun roncando,
el bus ya llega a la puerta
de Cardeña, la del Santo.
Al llegar hay una placa,
- lo primero visitado-,
indicando en su narrado
ser esta la sepultura
de Babieca, gran caballo,
que El Cid y su guerreado
utilizo con bravura,
y yace aquí, sepultado.
Se abre la puerta del templo
y el cisterciense aparece,
no va rezando sus preces
pues nona y tercia pasaron
y es el momento indicado
de mostrar lo que se tiene.
Nos habla de las batallas, de El Cid,
en tierras de moros;
de su Jimena esperando
no se sabe si tejiendo,
no se sabe si cantando,
¡ mientras su vida pasando
y su juventud, perdiendo!.
Austero de construcción;
no muy sobrado su arte;
su sillería importante
que buena mano talló.
Salimos diciendo adiós
al Cid y a su santuario;
Doña Jimena se asoma,
mueve un pañuelo en la mano.
Babieca mueve la tierra
con una pata enseñando;
ya no tiene su herradura
que la perdió guerreando.

http://www.cardeña,org/monaster.htm

Cartuja de Miraflores:
el gran lugar deseado
para la gente callada,…
¡ yo voy viviendo callado,…!
¡ no os riáis ¡,
pues ya quedo demostrado
que solo Anais, mi canaria,
esa mi voz ha escuchado.

La fotos harán justicia
de lo visto y lo contado
pues la belleza que hay,
mejor es verla callado.
La gran nave de la Iglesia,
en tres partes separaron:
la nobleza y los rezan,
los que pagan, los que adulan,
y los brazos que ocuparon.
Después en la "pita " calle
queda el pueblo miserable
solo a ellos les alcanza
en sus guerras, usar la lanza.
Supongo que las personas
que fabricaron la casa
de adoradores y dioses,
para construir, si hablaban.
Lo de Babel no cuajó
pues aunque mucho parlaban,
cada uno por su lado
sin entender ni patata.
El cartujo en su silencio
una vida se pasaba,
viviendo en franca miseria,
durmiendo en muy dura cama.
Gracias a ellos y a otros
con sus miserias pasadas,
la Humanidad pecadora,
la Gloria, tendrá ganada.
Yo lo agradezco infinito
a esta gente sus rezadas,
pero prefiero a mi muerte
solo ser polvo, una nada.

http://www.burgoscity.com/turismo/mirafloreshist.php

Emilio Medina M.

martes, 1 de abril de 2008

PUNO


Ciudad pequeña.
Ciudad colonial.
Calles estrechas.
Techos anaranjados.
El Azoguini y el Cancharani
te esconden en los pliegues de los Andes.
Las chulpas de Sillustani, ruinas de los Tiahuanacu,
la cuna de los fundadores del gran Imperio Incaico.
El Huacsapata,
Manco Capac,
saludando y bendiciendo
con el brazo derecho extendido
y la palma de la mano
hacia la tierra.

El Titicaca, lago sagrado de los Incas,
tranquilas aguas azules,
verde totora,
frágiles balsas amarillas,
amarillenta pampa,
puna frígida.

Llamas alpacas y vicuñas.
Gentes en trajes típicos
Costumbres ancestrales y carros modernos
Quechua, aymará y castellano
mezclan sus sonidos con la zamponas y la quenas
la fiesta de la Candelaria, los Carnavales,
El 4 de noviembre
Bailes folklóricos
Los Sicuris, la llamerada e


innumerables bailes folklóricos
Puno, tranquila y vieja ciudad.
El tiempo se habia detenido en tí.
Los recuerdos de mi niñez estarán
siempre atados a tí.

Maria Fischinger

ES EL SUR



Es el sur que se arraiga en todo el cuerpo
con la nostalgia arrabalera.
Es mina, paica y rufián sensiblero.
Es el sur fruto de amores, desdenes y lamentos
con su estirpe porteña bien caté.

Es el sur que arremete en cada esquina
para terminar siendo cadencia,
mistonguita, conventillo, patio, bandoneón.

Vuelvo al sur a llorar entre sus brazos
y a olvidar mis penas en el estaño...
¿será por eso que lo quiero tanto?

Elisabet Cincotta
del libro Desde el sur al sur

sábado, 29 de marzo de 2008

SEVILLA


¿Has estado tú en Sevilla?

¿Dices que no has disfrutado

del Guadalquivir la orilla,

de la moruna Giralda

y de su gente sencilla,

que por hablar van cantando

con gracia que maravilla?.


¡Pecado debe de ser
no pasear por sus calles,

con los aromas a azahares

y rezando al Gran Poder!.


¿No has esperado impaciente
mezclado con tanta gente

que llegue la Madrugá;

y que una Virgen llorosa

que como Madre amorosa

vea a Su Hijo expirar?.


¡Es un pecado mortal
no acompañar con tu pena,

al pasar La Macarena

cerca de la Catedral!.


¿No has recorrido sus calles
buscando el sitio perfecto,

donde ver a los gitanos

siguiendo a ese Cristo muerto,

para desgarrar su canto

con pasión y sentimiento? .


¡Pecado debe de ser
pasearse por Triana

en una tarde serena,

y no llevarse el recuerdo,

de haber rezado una Salve

a la Virgen Trianera!.


¡Me considero en pecado
ante tanta maravilla;

espero ser perdonado

cuando al Cachorro le rece...,

por las calles de Sevilla!.




Emilio Medina. 07/02/2002

Recuerdos de mi infancia. Mi casa.

Al lado izquierdo de la entrada a la cueva, había un pasillo, de unos diez metros de largo y un metro de ancho. Estaba sombreado por una parra de la variedad "teta de vaca"; esa de las uvas gordas y casi moradas.
Era este pasillo el elemento de unión de una vivienda interior- la de el Sr. Galo-, y a un gran espacio abierto al sol y al agua que era el corral de la casa. Una puerta de madera con su gatera obligada, evitaba que las gallinas se escapasen al patio o la calle, como alguna vez ocurrió y yo no fui el culpable…creo.
El corral, tenia a su alrededor una serie de pequeñas habitaciones, mas bien cuadras; al fondo a la izquierda, estaban el retrete y el basurero, piezas comunes para todos los vecinos. En esa época, no existía la recogida de basuras diarias ni tampoco el alcantarillado que llego cuando el general, dejo sus batallas.
En el lado derecho, había un pozo con agua, que se usaba de fresquera,
para hacer mas apetecibles las frutas propias del verano.
Todos los componentes tenían en sus cuadritas sus propios animales, que sacaban adelante con los restos- pocos- de comida. Las mondas de las patatas mezcladas con salvado o molluelo, eran junto con el Sol y el mucho ejercicio que hacían con nuestras carreras, su mejor alimento.
Normalmente el campo de nuestras batallas, era el patio.
El gran manzano que presidía su centro, daba sombra en la canícula a mis abuelos y tías que oyendo el Ama Rosa, con alguna lágrima escapada, repasaban calcetines o ponían piezas a una imposible sabana.
Después de la siesta, quedaba ocupado el patio por las tropas atacantes llenándolo de parapetos de sillas y de cajas de cartón que mi tío el sastre- que dios guarde-, nos llevaba para estos menesteres.
Un día, ante un aprieto estomacal de todas mis hueste, provocado por tomar unos caramelos raros que a cambio de trapos viejos y recortes de la sastrería, el trapero nos dio, hicimos una larga fila ante el servicio común.
El servicio, consistía en una tabla con agujero proporcionado al tamaño del salvese la parte, con su tapa. Un gancho en la pared, recogía trozos del ABC, que leías días después y por diferente lugar. Lo expulsado, caía al basurero. Las gallinas de antes eran muy apañaditas y no le hacían ascos a nada.. A cambio, te daban unos huevos…eso, de los de antes.
Como el servicio era unipersonal y la urgencia grande, la tropa, eso si disciplinadamente, se repartió en el basurero para aliviar sus doloridas tripitas.
¿Sabéis lo que ocurre, cuando alguien expone sus partes pudendas
a la curiosidad de las gallinas?. Ya lo sabéis.
Nuevos llantos; los culitos al rojo vivo, indicaban que habíamos perdido una nueva batalla..
Nuevamente el general, tuvo que dar la cara y además, le fue requisada la mercancía, que tanto trabajo costó conseguir.
Pasados unos días, le toco al general ir al pozo a sacar su sandia, tirando de la cuerda que sujetaba su cubo.
Una batalla ganada. La venganza en frió, es mas placentera.
Nunca se supo por que se desataron las cuerdas de los cubos restantes, cayendo al pozo.
Ese día los vecinos hicieron penitencia sin postre, a favor de los negritos de África, que era la letanía de aquellos momentos.
Una voz potente, muy potente…la de mi padre:
¡¡Emilioooooo, ven aquí!!!

EMILIO MEDINA MUÑOZ

miércoles, 26 de marzo de 2008

Viaje a Burgos y Valladolid. En la tarde del día 15.

Después de la comida hecha,
café u hojas de tilo
se llega al ciprés de Silos
y la puerta no esta abierta
que los monjes se han dormido.
Un estanque a la llegada
con agua muy milagrosa:
echas euros y pides cosas
y a esperar la milagrada
de que se pierda tu esposa.
Un antiguo lavadero
de mujeres hacendosas
lavaban allí sus cosas
y hablaban al panadero
de hacer sus cosas hermosas.
Al fin, la puerta se abre;
aparece una persona
- otra guía bacalada-,
que no parece una rosa.
Directo al claustro nos lleva;
es la parte mas hermosa
deste convento de frailes
que en Gregoriano pregonan.
A los frailes, no los vemos;
si vemos tienda con obras
para vender al cristiano
al que le guste tal cosa.
Belleza total del arte
en este claustro de asoma,
disfrutando de las luces
y degustando sus sombras.
En las esquinas del claustro,
la Biblia, cuenta sus cosas
y dicen que aquí los frailes,
rezan, mirando las formas.
El celebérrimo árbol
que en un rincón se reposa
después de la cirugía
para asegurar su sombra.
Ciento veinticinco años
se recrean en su historia
y lo han dejado dispuesto
para continuar su gloria.
En el museo del arte
a Juan, el viajero solo,
le ha dado una lipotimia
y rueda al suelo por el coro.
Las carreras, las llamadas;
aparece un lego y lleva,
un vaso de dulce agua
por si diabético fuera.
Al momento, se incorpora:
Gloria lo quiere llevar
a verlo en el hospital
y Juan a lo cual, se niega.
La excursión se deja aquí,
pues el animo ha caído
asustados como amigos
de este señor de Madrid.
Regresamos al hotel;
la tarde se ha vuelto mala
hace un aire despiadado
y se acaba la jornada.
Pendiente esta Covarrubias
para poder visitarla.

EMILIO MEDINA MUÑOZ

viernes, 21 de marzo de 2008

SILENCIO


¡Atención..., que dan las tres!
En San Pedro ya han sonado,
al tiempo que un cornetín
toque de Silencio ha dado,
y, en abriéndose esa puerta
con un redoble apagado,
aparece el Nazareno,
el Cristo Crucificado.
o Con monocorde sonido
van saliendo los Hermanos;
...con hachones encendidos,
...vestidos de negro paño,
... contra la noche, el sonido
del arrastrar de cadenas,
encima del empedrado.
o Multitud es el testigo
para acreditar el acto;
todos en la noche callan,
porque están todos rezando.
o Muchas cruces se acarrean,
para poder ir pagando,
las promesas que se hicieron
a lo largo de este año.
o Otros caminan muy lentos,
porque caminan descalzos;
llevan rotos los tobillos
del peso de las cadenas,
y los hombros muy morados.
o Detrás de los penitentes,
viene ese Cristo clavado
en una tosca madera,
y sobre hombros portado.
o Cuatro velones ardiendo
van alumbrando este cuadro
y el monocorde tambor,
el paso le va marcando.
o Se completa el Vía Crucis,
allá por las seis y cuarto;
ya no se sienten el cuerpo
del peso que han transportado.
o Llega a San Pedro ese Cristo
con los velones gastados,
y ha de esperar otro año
en su Cruz crucificado,
para unir a su dolor
el de todos los Hermanos.

EMILIO MEDINA MUÑOZ

Viernes Santo.


* Se oyen madre tambores
retumban en mi
cabeza,
la Procesión va llegando,
ya se ve por la calleja.
* La gente sé recoloca
en las gastadas aceras,
esperando que comience
el desfile de las velas.
* Mientras llega y aun después
se echa mano a la despensa:
no se pueden ver Pasiones
sin la barriga bien llena.
* Niños en medio la calle
juegan y corren en ella,
los padres hablan de todo
y ninguno se da cuenta,
que ha llegado el Límnum Crucis
y lo tienen a su vera.

* Van llegando penitentes
todos cargados de velas,
algunos llevan cadenas
para redimir su pena.
* Se sigue pelando pipas
en alocada carrera,
el tambor: porrón, pon, pon....
tararí de una trompeta;
rasga el aire una Saeta
cuando el Crucificado llega.
* El Paso acorta su marcha
se mece... mientras se reza,
lanzando al viento el aroma
de incienso y de hierbabuena.
* Terminado el canto triste
como premio a su labor,
un clavel cae en las manos
de aquel que lo interpreto.
* La banda ataca de nuevo
con redoblado furor:
tarari de las trompetas,
porron porron del tambor.
¡Las pipas están saladas!
¡calla niño, por favor!
* Y mientras los costaleros
con gran esfuerzo y sudor,
acarrean a ese Cristo
que nos mira con amor.

Emilio Medina. 28/10/2001

miércoles, 19 de marzo de 2008

Mientras Corrientes

Mientras Corrientes me apaña

con La Paz entre sorderas,

el niño que pide una dádiva

murmura el hambre

con el ruido que la delgadez le marca.



La miro, bordeo cada fértil ángulo

donde una noche, tal vez más,

el cartonero duerma

su frío destierro de chapas.



Y sigo tras la vidriera de transeúnte

cuando la obra clama aplausos

y las lágrimas sacuden el amor

que un atardecer perdí en su esquina y Medrano.



Mientras tanto Corrientes poblada

de un gris horizonte,

donde todo y nada pasa,

intenta arrullar

el sueño linyera en un tango.



Elisabet Cincotta
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